El concepto de contractura y su relación con el fisioterapeuta
Es indudable que la palabra contractura se ha visto asociada al fisioterapeuta tanto o más que términos como deporte o masaje. Entre el público no sanitario, se ha extendido como referencia a una inflamación o dolor localizado en algún punto corporal que, teóricamente, se solucionaría con un poco de masoterapia precisamente y de una manera rápida y eficaz.
Tal es así que, en muchas ocasiones, cuando un paciente acude a nuestro centro con un dolor de estas características, después de haber buscado la solución en los opioides de calle (como el ibuprofeno) sin demasiado éxito, suele solicitar la famosa técnica. Como si el verdadero problema se fuera a solucionar con media hora boca abajo en la camilla. Pero nosotros sabemos que no.
Definición de contractura
Las contracturas musculares podrían definirse como la incapacidad del músculo para relajarse, es decir, una contractura consiste en un espasmo muscular mantenido en el tiempo de forma involuntaria.
Alain Lagueny, la define en su artículo como un acto defensivo del músculo ante situaciones de estrés. Esto ocurre así porque al mantenerse contraído, su gasto energético es menor que si se obliga a relajarse. Algunas causas de las contracturas serían
- El el frío ambiental, o la solicitación muscular sin un calentamiento previo, puede generar la sobrecarga muscular.
- Los traumatismos.
- El sobreesfuerzo muscular, tanto por una solicitación repentina y muy intensa como la solicitación mantenida en el tiempo. Entiéndase también los casos de posturas mantenidas, movimientos repetitivos, alteraciones de patones de movimiento o alteraciones del esquema corporal.
- Alteraciones de la bioquímica o del metabolismo del organismo.
- El estrés emocional acompañado de somatización.
Es importante destacar que se trata de un síntoma y no de una patología en sí misma. Es decir, que acompaña o forma parte del curso de una enfermedad mayor, que puede tener orígenes traumáticos o neurológicos. Por ejemplo, podríamos hablar de la tortícolis congénita o de la parálisis infantil, patologías cuya sintomatología se acompaña de la hipertonía o sobrecarga muscular.
Si clasificamos las contracturas según su causa podríamos distinguir entre:
- Adherencia: Se produce por la falta de movimiento. Tu cuerpo te está pidiendo hacer ejercicio para funcionar mejor.
- Tejido cicatricial: una cicatriz que limita la movilidad. La limitación dependerá de la profundidad y las adherencias creadas con los tejidos adyacentes
- Irreversible: Esta contractura se da cuando los tejidos del músculo, blandos y conjuntivos son sustituidos por el óseo.
- Mioestática: Se produce por un movimiento brusco pero el dolor es momentáneo y es muy fácil de curar.
- Pseudomioestática: Esta contractura la causa el sistema nervioso central y se relaciona con patologías del mismo.
Tratamiento de las contracturas
Dependiendo de su origen y gravedad, su tratamiento puede ser conservador o quirúrgico. Pero hablaremos en esta ocasión del tratamiento fisioterápico, que no necesariamente ha de ser no invasivo:
- Terapia Manual: Mediante masaje, estiramiento o inhibición muscular. Como ya hemos relatado, es la más común y conocida.
- Punción Seca: se trata de una terapia que busca provocar una Respuesta de Espasmo Local o REL al provocar una aguja que se introduce en el vientre muscular produciendo la inhibición del músculo.
- Neuromodulación Percutánea: en combinación con la punción seca y colocando agujas en el recorrido del nervio motor del músculo se busca la relajación del tejido.
- Ultrasonidos.
- Laser de alta potencia.
- Ejercicio terapéutico.
Muchas de las técnicas que acabamos de nombrar precisan de la presencialidad, es decir, necesitan que el paciente acuda al centro para que un profesional de la rehabilitación las realice. Todas, menos una: el ejercicio terapéutico.
Como ya hemos relatado en otras entradas de este blog, el ejercicio terapéutico es una de las mejores formas de paliar y curar los efectos de un gran número de enfermedades. Pero claro, no seríamos TRAK si no vinculásemos este artículo con la digitalización y la posibilidad de establecer un tratamiento telemático.
Tratar contracturas con rehabilitación digital
El ejercicio terapéutico ha demostrado ser una herramienta eficaz contra los caso de contracturas más graves: aquellos que tienen que ver con afecciones del sistema nervioso central.
Así, estudios como los realizados por Peipei Han et al. (2017) o Angeleni et al. (2021) revisan las intervenciones que se realizan en pacientes con AVC (Accidente Cerebrovascular) o ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) y afirman que la introducción de los pacientes en un programa de ejercicio puede mejorar su sintomatología a este respecto.
Desde este punto, podemos afirmar que las intervenciones de ejercicio terapéutico monitorizado con aplicaciones como TRAK, pueden garantizar un tratamiento progresivo y la mejora de la calidad de vida de aquellas personas que conviven con este tipo de problemas.