El Envejecimiento, la Diabetes y la Importancia del Ejercicio
El aumento en la esperanza de vida, impulsado por avances médicos y el envejecimiento de la población, ha llevado a un incremento significativo en enfermedades crónicas como la diabetes entre los adultos mayores. Según la Organización Mundial de la Salud, la diabetes figura como una de las principales causas de pérdida de años de vida saludable a nivel mundial. En particular, la diabetes tipo 2 (T2D) es la forma más común en personas de edad media y mayores, con un impacto significativo en su calidad de vida. Este escenario plantea desafíos importantes para los sistemas de salud globales debido a la creciente carga de esta condición.
El ejercicio físico se ha consolidado como una estrategia no farmacológica eficaz para gestionar la diabetes tipo 2, con beneficios que incluyen una mayor sensibilidad a la insulina, la reducción de niveles de glucosa en sangre y mejoras en la salud cardiovascular. Aunque se ha demostrado que tanto el ejercicio aeróbico (EA) como el de fuerza (ER) pueden beneficiar a los pacientes con diabetes, la mayoría de los estudios previos se han enfocado en adultos jóvenes, dejando un vacío en cuanto a las mejores prácticas para los adultos mayores.
Un estudio reciente abordó esta brecha analizando ensayos controlados aleatorizados (ECA) con el objetivo de determinar cómo diferentes intensidades y tipos de ejercicio influyen en los niveles de glucosa en ayunas y hemoglobina glicosilada (HbA1c) en pacientes mayores con T2D. Este análisis incluyó programas de ejercicio supervisados y no supervisados, con una duración mínima de 12 semanas, y los hallazgos podrían ser cruciales para crear pautas de ejercicio personalizadas para esta población.
Hallazgos Principales
El metaanálisis destacó que el ejercicio de intensidad moderada y alta es considerablemente más efectivo en la reducción de los niveles de HbA1c y glucosa en ayunas entre pacientes mayores. Los resultados muestran que el ejercicio moderado disminuye la HbA1c en un -0.34%, mientras que el de alta intensidad logra una reducción de -0.54%. Estos datos subrayan la importancia de la intensidad en el ejercicio como factor clave para el control glucémico.
Además, no se encontraron diferencias significativas entre los efectos del ejercicio aeróbico y el de fuerza en términos de reducción de HbA1c o glucosa en ayunas. Esto sugiere que ambos métodos son igualmente válidos, siempre que se realicen con la intensidad adecuada. Este hallazgo es especialmente relevante para los adultos mayores, quienes podrían enfrentar limitaciones físicas que dificulten ciertos tipos de ejercicio, pero aún así podrían beneficiarse de otras alternativas adaptadas.
Otro resultado interesante fue que los pacientes que realizaron un mínimo de 2.5 horas semanales de ejercicio moderado obtuvieron una mejora notablemente mayor en sus niveles de HbA1c que aquellos que realizaron menos actividad. Esto reafirma la importancia de no solo la intensidad, sino también la frecuencia y la duración del ejercicio para alcanzar resultados significativos.
Implicaciones Prácticas
Los resultados de este estudio ofrecen varias recomendaciones prácticas para implementar programas de ejercicio en personas mayores con T2D:
- Diseño de Programas Personalizados: Los profesionales de la salud deben crear rutinas de ejercicio individualizadas, considerando las capacidades físicas de cada paciente y priorizando actividades de intensidad moderada a alta, con un mínimo de 2.5 horas de ejercicio semanal.
- Combinación de Tipos de Ejercicio: Aunque el ejercicio aeróbico y el de fuerza son igualmente efectivos en términos de control glucémico, combinarlos puede ofrecer beneficios adicionales como mejorar la fuerza muscular y reducir el riesgo de caídas.
- Supervisión Inicial: Dado que los pacientes mayores suelen tener comorbilidades o limitaciones físicas, se recomienda que el ejercicio sea supervisado al menos en las etapas iniciales, para garantizar seguridad y ajuste adecuado de la intensidad.
- Monitorización Continua: Es fundamental realizar evaluaciones regulares para medir el impacto del programa de ejercicio en los niveles de glucosa y HbA1c. Esto permite realizar ajustes para mantener la progresión del paciente.
- Promoción de la Adherencia: Es esencial motivar a los pacientes a mantener la práctica de ejercicio de forma constante, destacando sus beneficios a largo plazo no solo para la diabetes, sino también para la prevención de complicaciones asociadas.
El aporte de TRAK
De los 5 puntos que se extraen del estudio, la tecnología que desarrollamos en TRAK, aborda todos. Permite prescripción personalizada, combinación de ejercicios, monitorización y además aumenta la adherencia, que es factor fundamental para el cuidado de la salud de pacientes crónicos como es el tipo de paciente con diabetes.
Por otro lado, el tipo de ejercicio que el estudio arroja como más efectivo para este tipo de pacientes y sobre todo para los de mayor edad (entendiendo que la diabetes afecta sobre todo a población mayor) es el de intensidad moderada, como el que poseemos en nuestra biblioteca de ejercicios.
Conclusión
El ejercicio de intensidad moderada a alta, realizado durante al menos 2.5 horas por semana, se perfila como una intervención efectiva para mejorar el control de la glucemia en pacientes mayores con diabetes tipo 2. Aunque el tipo específico de ejercicio no parece ser un factor determinante, la intensidad y la regularidad son elementos clave que deben priorizarse en los programas de ejercicio. Estos hallazgos subrayan la necesidad de adaptar las estrategias de intervención a las capacidades y necesidades individuales de cada paciente mayor.
Referencia completa:
Yan X, Lu Y, Zhang H, Zhu C, Tian L, Chen J, He E, Li Y. Optimal strategies for exercise intervention in older people diabetic patients: The impacts of intensity, form, and frequency on glycemic control: An exercise prescription for older people with diabetes. Arch Gerontol Geriatr. 2024 Sep 14;128:105621. doi: 10.1016/j.archger.2024.105621.