Telemedicina y consultas no presenciales
Un resultado inevitable de la reciente pandemia y de la llegada de la digitalización a la salud ha sido el auge de los hospitales digitales o consultas no presenciales y el desarrollo de aplicaciones como la nuestra, para que los pacientes puedan llevar desde su móvil un seguimiento estricto de todo lo relacionado con su salud y los profesionales puedan monitorizar su tratamiento a distancia.
La llamada telemedicina, comentábamos en nuestro anterior post, supone, no solo el avance de la ciencia médica, sino también un paso de gigante en lo que a beneficios sociales y sociosanitarios se refiere, empoderando al paciente y haciéndolo partícipe de su propio tratamiento.
Se trata de ofrecer todos aquellos servicios que un paciente encontraría en un centro hospitalario desde la comodidad de su hogar y utilizando un dispositivo con conexión a internet. La capacidad de poder realizar consultas desde cualquier lugar, un seguimiento más cercano en caso de patologías crónicas, reducir listas de la espera y ampliar el margen de trabajo.
No son pocos los profesionales que alertan sobre la posible deshumanización del sistema sanitario con la implementación de este tipo de soluciones, como ya apuntaban Jiménez-Rodríguez et al. en un artículo (pre-pandémico) de 2019 por eso es importante utilizar estas herramientas desde la consideración y la cautela. Buscando empatizar con el paciente en todo momento.
Hospitales digitales
Algunas agencias y ministerios gubernamentales han creado ya su propia estrategia de digitalización sanitaria con el objetivo de informatizar la información de los pacientes y aliviar la carga de trabajo y las listas de espera que sufren los sistemas sanitarios mundiales.
En Chile, por ejemplo, se introdujo el sistema «Hospital Digital» (literalmente, como suena), nuevo modelo de atención en salud, centrado en el paciente, y que aprovecha el potencial de las tecnologías para acercar la atención a las personas, instalando una alternativa al modelo tradicional.
Sin ir más lejos, en España, algunas comunidades autónomas cuentan con servicios de estas características, como el sistema «ClicSalud+» de la Junta de Andalucía o la «Historia de Salud Electrónica» de la Generalitat Valenciana en las que el paciente puede solicitar una cita, consultar su historial clínico o informarse de qué vacuna le han inoculado.
De esta manera podemos observar que ya existe un trabajo en lo que se refiere a digitalización en gestión de la salud, no solo a nivel institucional, sino también a nivel de atención y servicio al usuario. Pero si necesitas más información, querido internauta, (al menos en lo que se refiere a digitalización del sistema sanitario español) te invito a que leas el artículo publicado en 2021 por Carbajo Martín et al. sobre la informatización y el desarrollo de la tecnología en lo sistemas de salud autonómicos españoles.
Ahora bien, ¿cuál sería el grado de implantación de servicios asistenciales digitales?¿existe realmente un hospital digital o proyecto de estas características en marcha?
Pues la respuesta es un sí con matices (intensamente impulsado por la pandemia a un SI con mayúsculas) pero que tiene mucho trabajo por delante. Si quieres saber más, continúa leyendo.
¿Teleasistencia a la carta?
La realidad es que, a muchos niveles, es complicado definir brevemente las aplicaciones en base a asistencia sanitaria remota que pueden aportar las soluciones digitales como la nuestra.
Es de suponer que si le preguntas a cualquier persona sobre en qué consistiría un hospital virtual o digital podría lo primero que se imaginaría sería una suerte de centro sanitario virtual al que puedes acceder con una gafas futuristas. Pero nada más lejos de la realidad actual (quíen sabe si nos lo traerá el metaverso).
En este momento podemos encontrar aplicaciones que emplean inteligencia artificial, sistemas de videollamada para teleconsultas y análisis remoto de las constantes fisiológicas de los pacientes. Vamos a ver 4 formas de teleasistencias existentes:
- Teleconsulta: videoconsulta o consulta remota. Ofrece la posibilidad de la realización de una interacción profesional-paciente a distancia. Nosotros la introdujimos en la plataforma en forma de chat. Se trata de la modalidad de telemedicina más usada en atención primaria.
- Telediagnóstico: la realización de diagnósticos mediante el intercambio de datos entre instituciones médicas, profesionales y pacientes. De esta forma, podemos entenderla como la interacción entre profesionales sanitarios para la conclusión de un diagnóstico final o a la obtención de datos de forma remota que garanticen el diagnóstico de la patología. Esta última definición se relaciona con el siguiente punto.
- Monitorización a distancia: el control remoto de indicadores (fisiológicos o biométricos) de un paciente y/o del cumplimiento de su tratamiento. Especialmente útil en el seguimiento y control de pacientes crónicos, ya que permite reducir considerablemente las visitas médicas presenciales. Es la insignia de nuestra aplicación.
- Telecirugía: Un campo muy interesante. Se trata de la posibilidad de realizar o asistir una intervención quirúrgica a distancia. Por ejemplo, con gafas de realidad virtual o utilizando tecnología de cirugía robótica.
La salud digital en manos de los profesionales
A modo de conclusión, introduciremos este ultimo apartado en el que nos gustaría hablar, como empresa comprometida con la sanidad y sus usuarios, del papel imprescindible que juegan los profesionales sanitarios, así como los gerentes y gestores de salud en la implementación y desarrollo de las soluciones digitales en el sector.
No bromeamos cuando hablamos de un futuro en el que los hospitales virtuales sean tan comunes en el día a día como lo es consultar Wikipedia o leer un periódico digital. Pero estas acciones siguen teniendo tras de si al factor más importante: el factor humano.
Es tremendamente importante entender que la digitalización no viene a deshumanizar la salud ni mucho menos a desplazar a los profesionales que se dedican a ella. Pero para ello debemos construirla teniendo en cuenta siempre a los pacientes y centrándonos en ellos para llevarles las salud a su puerta.
Porque, aunque en TRAK, nos encante observarnos como un servicio de rehabilitación digital, lo cierto es que sin los profesionales de la rehabilitación que se encuentran tras la plataforma, no seríamos lo mismo, de la misma manera que nuestros compañeros de Legit.Health (que conformarían un hipotético departamento de dermatología) precisan de especialistas dermatólogos.